lunes, 27 de abril de 2015

Canciones enfermizas

No es mi propósito al hablar de este tema ofender o desacreditar a los compositores y poetas, solo voy a mencionar cómo ciertas temáticas que han sido tocadas por muchos años concernientes al amor de pareja pueden ser realmente enfermizas y si forman parte del inconsciente colectivo, han reflejado una forma deprimente de enfrentar situaciones de desamor.
Confieso que yo he cantado, me he identificado y hasta he compuesto letras semejantes. Pero, justamente por eso, porque estoy haciendo una limpieza mental y emocional es que creo que en canciones o poesía donde usamos expresiones tales como: "sin ti no soy nada", "sin tu amor no valgo nada", "si me dejas me muero", "hasta que llegaste a mi vida yo no era nada o nadie", etc. no estamos siendo amorosos sino enfermos de falta de autoestima. Sufrimos una desvalorización tan grande que en muchos casos nos hace proceder como si en verdad fuera así.
Se también que la literatura, la poesía o la música no tienen que ser lecciones de moral o psicología, sin embargo, en muchas de estas expresiones apasionadas están volcadas  verdades de los sentimientos de la gente. Y hay quienes han llegado al suicidio o a la depresión profunda por esta clase de emociones.
Las canciones de amor o la poesía de ese estilo, pueden reflejar tristeza, pérdida, dolor en casos de ruptura, engaño o desamor, pero, sin olvidarnos nunca que nuestro valor personal nada tiene que ver con lo que otros hacen con nosotros. Que no somos más o menos valiosos por lo que los demás sientan o dejen de sentir. 
Siempre, teniendo en cuenta que la salud mental y emocional nos afecta en lo físico, podemos desaprender todo lo que nos lleve a una dependencia emocional o una falta de autorrespeto o autoestima.
Es un punto de vista, que no pretende ser verdad absoluta, pero que aboga por una mejor calidad de vida relacional. 

jueves, 23 de abril de 2015

Aquel que todo lo sabe

He podido observar que en estos últimos tiempos la ciencia y la espiritualidad, la comprobación científica y el empirismo se han acercado en busca de soluciones a viejos y nuevos problemas.
Si bien existen múltiples ópticas para ver y observar el mundo y sus complejas dimensiones, no se pueden desechar completamente ninguna de ellas. Han habido aciertos y desaciertos en lo empírico y en lo científico.
Cuando se observa lo que la naturaleza hace en forma instintiva, los animales, los vegetales, los seres vivos en general, se descubre que ellos actúan con sabiduría innata. Luego el hombre se encarga de encontrarle explicación y sentido a todo. Pero, muchos de los humanos en distintas civilizaciones y comunidades, sin conocimiento alguno, solo por instinto natural, han encontrado remedio y solución a algunos de los problemas que aquejan a la humanidad.
Luego, el hombre de ciencia, ha tratado de saber el ¿por qué? de tales comportamientos.
Hablando puntualmente de la salud, del hombre como ser integral, las terapias complementarias o como otros llaman alternativas, cosa que para mi, ya he explicado en otros artículos no son lo mismo, porque una terapia complementaria es un soporte para otra terapia como sería por ejemplo la intervención del médico, o psicólogo en ayuda al proceso de alcanzar la salud. En cambio una terapia alternativa sería una opción que se podría dar en el caso de que el paciente quisiera, ante un abanico de posibilidades de tratamientos que le ayuden en su necesidad de recuperar su salud, él pudiera elegir. Aclarado esto, decía que en ese campo, conociendo muchas de las antiguas formas de tratar determinados problemas de salud física o psíquica, emocional o mental, es bueno, que no se desdeñen estos saberes empíricos y populares sin ver los resultados. Como dije, la ciencia también ha tenido a lo largo de la historia aciertos y desaciertos, los medicamentos suelen ser de ayuda para resolver problemas serios de  salud, sin embargo también tienen efectos colaterales que dañan otros órganos. No podemos decir que está todo dicho en ningún campo.
La investigación es permanente, y los hallazgos continuos.
En el tema que me ocupa principalmente que son las terapias de sonido y la aromaterapia, también hay mucho que opinar, mucho que descubrir a la luz de la ciencia, sin olvidar que hay aportes valiosos que se pueden brindar desde otras ópticas. Y concluyo que, en lo personal, no hay ciencia ni empirismo sin la sabiduría de AQUEL QUE TODO LO SABE. Sé que en cuanto al tema de la fe, hay múltiples creencias y formas de pensar, todas respetables. Yo solo comparto mi opinión en la que Dios es quien sabe todos los misterios de la vida, todas las ciencias y saberes están en él. Y no se podrían dar ni la inspiración para componer una obra musical excelsa, ni un libro, ni descubrir algo de inmenso valor para la humanidad, ni encontrar remedio para determinado mal sin que él intervenga en nuestras acciones. Y otro de los componentes imprescindibles en todo quehacer es el amor. Cuando nos movemos con amor y por amor, los resultados de todo lo que hacemos cobra un sentido.
Haciendo las cosas impulsados por el amor y con la humildad necesaria, estaremos siendo realmente útiles a cualquier buena causa, con seriedad, respeto y responsabilidad.

miércoles, 22 de abril de 2015

Dejarse ayudar...

Muchas veces en nuestra vida nos suceden cosas difíciles de sobrellevar. Nos encontramos abrumados de dolor, desesperanza, aflicción y miedos. Es entonces que cada uno toma distintos caminos y decisiones.
Algunos optan por ocultar esos sentimientos y sensaciones trabajando muy duro, aislándose o tratando de ahogar sus problemas en distintas adicciones, otros, buscan ayuda en los amigos, la familia, la fe, los médicos, psicólogos o terapeutas, otros tratan de salir adelante por si mismos.
Cada una de estas opciones es válida siempre que la persona se sienta cómoda haciéndolo. No hay peor engaño que el tratar de engañarse a si mismo. Cuando después de haber intentado de distintas formas salir de lo que nos está trabando el progreso y la paz interior, no podemos solos, pienso que es necesario reconocer que todos en algún momento de la vida necesitamos ayuda.
Una vez escuché una conversación entre una mujer que estaba saliendo de un estado de depresión con otra mujer y la paciente, le explicaba que a pesar del tratamiento psicológico y psiquiátrico que había llevado, ella estaba saliendo sola de su situación.
En realidad, al final, todos salimos solos de nuestras situaciones, porque, la ayuda que viene desde afuera, nos orienta y nos coloca de nuevo en los rieles de nuestra vida, pero después, tenemos que seguir el viaje solos.
Podemos intentar salir de todo solos, cuando no podemos más, buscamos ayuda, y cuando tenemos algo más de claridad, estamos preparados para utilizar todos los recursos biológicos, mentales, emocionales y espirituales que tenemos para afrontar con resiliencia* cualquier desafío.
En este artículo quise mencionar la necesidad de no irnos a los extremos:  tratar de hacer absolutamente todo solos sin reconocer la necesidad de ayuda de otros, o bien, ser totalmente dependientes.
Dejarse ayudar, es entonces, tener la humildad suficiente para reconocer que muchas veces vamos a necesitar que alguien nos tome la mano para salir del pozo, reconocer nuestras debilidades y limitaciones, aceptar que somos humanos, pero sin olvidar nuestro enorme potencial. Nuestra fuerza interna sobrepujará todo mal, dolor o aflicción. En todo caso, cuando queremos ayudar a otros, no nos olvidemos de respetar sus tiempos y sus decisiones.

*resiliencia: es la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento.
Lee todo en: Definición de resiliencia - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/resiliencia/#ixzz3Y3oAg67H

sábado, 11 de abril de 2015

Date tiempo...

Muchas veces escuchamos la frase "no tengo tiempo", se la escuchamos decir a las amas de casa, a los empleados de cualquier empresa, a los jefes, a los ejecutivos,a los profesionales de cualquier área, a los estudiantes, a todos en general, a partir de que comienzan las responsabilidades. Cuando vamos dejando la niñez.Y es que aún en esa etapa de la vida, muchas veces ya tenemos pequeñas grandes responsabilidades como  la escuela o algo de tarea en la casa, sin embargo, los chicos siempre se dan tiempo para jugar, siempre que los adultos los dejan, por supuesto. Para un niño es tan necesario jugar como aprender hábitos, estudiar o colaborar en casa. El juego en el niño es parte imprescindible de su aprendizaje. Es su ensayo para la vida adulta, es su espacio para soñar, para visualizar y crear. Es en el juego donde se empieza a vislumbrar mucha de su futura vida, se manifiestan gustos personales, su habilidad para hacer amigos y sociabilizar, su capacidad creativa, su rica vida interior etc. Ahora bien, ¿qué sucede cuando ya no somos niños? Las responsabilidades le van quitando más y más tiempo a la diversión,  a lo lúdico, no solo está mal visto que seamos juguetones, sino que hasta es una "falta de seriedad" y "pérdida de tiempo". Buscando ser equilibrados perdemos el equilibrio y la capacidad de reírnos de nosotros mismos, las ganas de reír fácilmente, la poca importancia que le damos al ridículo cuando somos chicos. Vamos convirtiéndonos en seres cada vez más alejados de nosotros mismos.
Como consecuencia de tanta seriedad, nos salen arrugas no solo en la cara sino en el alma, no podemos conectar con lo simple, con lo natural, con lo espontáneo. No podemos conectar con las emociones, con el otro, y claro, ¿cómo vamos a conectar con el otro si estamos desconectados de nosotros mismos?
Por eso, y antes de que la vida se cobre con muy alto precio esa falta de niñez e ingenuidad, de frescura y simplicidad que teníamos... te hago esta reflexión: DATE TIEMPO 
Date tiempo para amar, para reír, para soñar, para compartir con tu familia y amigos, para servir, para salir a jugar con tu mascota, para ver una película que te guste, para bailar, para cantar, para ir de paseo o de compras, para charlar con el vecino, para visitar personas que necesitan tu presencia, para esas "pequeñas cosas" de las que está compuesta la vida.
No digás siempre "no tengo tiempo" porque el reloj corre implacable y un día se cumplirá tu tan repetida frase y encontrarás que realmente ya NO TENÉS TIEMPO.