miércoles, 22 de abril de 2015

Dejarse ayudar...

Muchas veces en nuestra vida nos suceden cosas difíciles de sobrellevar. Nos encontramos abrumados de dolor, desesperanza, aflicción y miedos. Es entonces que cada uno toma distintos caminos y decisiones.
Algunos optan por ocultar esos sentimientos y sensaciones trabajando muy duro, aislándose o tratando de ahogar sus problemas en distintas adicciones, otros, buscan ayuda en los amigos, la familia, la fe, los médicos, psicólogos o terapeutas, otros tratan de salir adelante por si mismos.
Cada una de estas opciones es válida siempre que la persona se sienta cómoda haciéndolo. No hay peor engaño que el tratar de engañarse a si mismo. Cuando después de haber intentado de distintas formas salir de lo que nos está trabando el progreso y la paz interior, no podemos solos, pienso que es necesario reconocer que todos en algún momento de la vida necesitamos ayuda.
Una vez escuché una conversación entre una mujer que estaba saliendo de un estado de depresión con otra mujer y la paciente, le explicaba que a pesar del tratamiento psicológico y psiquiátrico que había llevado, ella estaba saliendo sola de su situación.
En realidad, al final, todos salimos solos de nuestras situaciones, porque, la ayuda que viene desde afuera, nos orienta y nos coloca de nuevo en los rieles de nuestra vida, pero después, tenemos que seguir el viaje solos.
Podemos intentar salir de todo solos, cuando no podemos más, buscamos ayuda, y cuando tenemos algo más de claridad, estamos preparados para utilizar todos los recursos biológicos, mentales, emocionales y espirituales que tenemos para afrontar con resiliencia* cualquier desafío.
En este artículo quise mencionar la necesidad de no irnos a los extremos:  tratar de hacer absolutamente todo solos sin reconocer la necesidad de ayuda de otros, o bien, ser totalmente dependientes.
Dejarse ayudar, es entonces, tener la humildad suficiente para reconocer que muchas veces vamos a necesitar que alguien nos tome la mano para salir del pozo, reconocer nuestras debilidades y limitaciones, aceptar que somos humanos, pero sin olvidar nuestro enorme potencial. Nuestra fuerza interna sobrepujará todo mal, dolor o aflicción. En todo caso, cuando queremos ayudar a otros, no nos olvidemos de respetar sus tiempos y sus decisiones.

*resiliencia: es la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento.
Lee todo en: Definición de resiliencia - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/resiliencia/#ixzz3Y3oAg67H

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