...¡"Qué hermosa sensación de disfrute de algo largamente anhelado ! Como dice el soneto de Francisco Luis Bernárdez ..."que no se goza bien de lo gozado, sino después de haberlo padecido".
Por eso el placer es aquello largamente esperado después de un tiempo difícil.
Nos mantenemos vivos a través de esas épocas porque mantenemos la esperanza de que todo pasa y que tras la tempestad viene la calma.
Es bueno y necesario, brindarnos momentos agradables, mimarnos y consentirnos, pues al hacerlo, le encontramos sabor a la vida y podemos también darnos cuenta de cuánto lo necesitan los demás.
Si nuestra vida consiste únicamente en autoflagelarnos, castigarnos y estar siempre en el deber y la obligación, llega un momento tal de tensión que se hace insoportable vivir y nuestro cuerpo lo reclama en forma de enfermedad . Pero si en cambio, tenemos una actitud positiva ante el dolor, aprovechamos cada instante de vida para observar lo que el día tiene para obsequiarnos, le sonreímos a la vida y nos damos un momento de distensión y alegría...sentimos alivio, sentimos calma y placer..."
Sentí la necesidad de tocar este tema, porque tanto en lo personal como en general, el mundo está inundado de demasiado dolor. Todos necesitamos superar y salir de esos momentos tan difíciles.
Nunca va a estar ausente el dolor en nuestras vidas pero si tenemos que estar preparados para sufrirlo, aprender de él y salir adelante, estando capacitados para superarlo. Conectarnos con la alegría que nunca debe desaparecer de nuestras vidas porque es allí donde empezamos a morir.
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